La tortuga laúd (Dermochelys coriacea) es ampliamente conocida y atrayente para las personas por su gran tamaño y anatomía distintiva. Esta especie debe su nombre a su caparazón único, compuesto por una capa de piel dura, fina y gomosa, y fortalecido por miles de placas óseas pequeñas que hacen que parezca “curtido”.
Otro rasgo que hace a la laúd una especie de tortuga marina singular e interesante de conocer, es la variabilidad de su hábitat, pudiéndose encontrar ejemplares tan al norte como en Alaska, o tan al sur como las aguas inferiores del continente de África.
Si con estos pocos elementos ya te sientes atraído y quieres conocer más de esta bella especie, entonces agradecerás este artículo, en el que te hablamos de las características físicas, distribución geográfica, anidación y otros muchos datos interesantes de las “gigantonas” tortugas laúd.
Características físicas
Compuesto por una capa de piel dura, fina y gomosa, fortalecido por miles de placas óseas pequeñas, este caparazón se identifica además por la inexistencia de escalas, excepto en las crías, mientras que todas las aletas carecen de garras, a diferencia de otras especies de tortugas.
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